La increíble historia de un fotógrafo ciego

Mickel Smithen no necesita una visión perfecta para sacar una foto, se vale de sus otros sentidos para crear a pesar de su limitación visual. De esta forma utiliza el sentido de la orientación y su oído para imaginar el mundo que le gustaría ver y mostrárnoslo a través de sus fotografías. No dejan de sorprendernos las historias de personas que superan las expectativas del resto del mundo a pesar de una situación de partida difícil, y ésta desde luego es una de ellas.

El mundo que dejó de ver

Smithen perdió la vista cuando tenía 5 años a causa de una enfermedad. Aunque puede ver parcialmente, se considera médicamente ciego debido a la poca visión que conserva. Lejos de dejar de realizar aquello que le gusta, Smithen nunca dejó de pelear y en 2008 se introdujo en el mundo de la fotografía a través de un taller organizado por PhotoVoice (organización que se dedica a ayudar a personas a través del storytelling visual) en el que aprendió a hacer algo de lo que nadie le creía capaz.

Mickel Smithen

Artista y bailarín, además de fotógrafo

Incluso desde antes de comenzar a fotografiar con los sentidos, Mickel se dedica también a la danza en la compañía Candoco Dancers y realiza diferentes performance.

Como bailarín que soy, me gustó la idea de capturar formas en movimiento, pero aprendí que la fotografía funciona de una forma distinta. Tengo que concentrarme y tomarme mi tiempo para trabajar con la percepción espacial y la composición.

Candoco Dance Company

Primera publicación

Pudo publicar sus fotografías por primera vez en el libro Blind Photographers (Fotógrafos ciegos) y gracias a ello ha sido conocido no solo por ser un fotógrafo con discapacidad visual, sino por la calidad de su obra y la forma en que es capaz de retratar el movimiento que él percibe. En palabras del propio artista, a veces trata de capturar una imagen para mostrarnos lo que él ve: un movimiento desenfocado. El resultado es concreto, es verdadero y resulta hasta duro.

Dancer blur photography

El baile y el skate

Además del baile, a Smithen también le gusta retratar skaters en movimiento o posando. El ambiente, el constante movimiento y el sonido de los patinadores lo ayudan a concentrarse en lo que sucede a su alrededor. Parece increíble que pueda enfocar a los patinadores sin poder ver, que pueda sentirlos en su ir y venir, pero con ganas y constancia no hay barrera que una persona no pueda superar.

Smithen es capaz de ver así a través de la fotografía lo que no sería capaz de ver de otra forma. Después de cada captura puede hacer zoom y observar detenidamente los motivos que no ha captado antes, los detalles que se pierden en su día a día. Es un regalo, es como tener otra forma de ver el mundo. Por eso la próxima vez que creas que las cosas se te han puesto complicadas, acuérdate de Mickel y despierta tus sentidos. Quién sabe, tal vez te animes a bailar y a disfrutar de lo que tienes.

#FairSaturday

Fotografías: Mickel Smithen

Más información

The Guardian

PhotoVoice

British Council

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