Camille Hanson se licenció en Bellas Artes, Danza Clásica y Contemporánea en la Universidad de Los Ángeles. Tras una carrera de éxito entre Europa y Estados Unidos se trasladó a Madrid en 2002, fundó el proyecto Ladinamo Danza y a día de hoy es la Directora Artística y coreógrafa de la Fundación DMG (Dancing for the Millennium Goals/Bailando por los Objetivos de Desarrollo del Milenio).

Uno de los proyectos que promueve ahora la Fundación DMG es WE EARTH, un espectáculo multidisciplinar de danza y música que busca concienciar sobre la necesidad de cuidar el planeta en el que vivimos a través de una propuesta que nos haga pensar en pequeños gestos que terminan en grandes obras. Esta obra viaja por el mundo durante 2018 para llevar este mensaje a través de la danza.

Pequeños gestos, grandes obras

La Fundación en la que trabaja Hanson además promueve todo tipo de actividades culturales que ayudan a lograr el desarrollo sostenible de las personas y los pueblos a través del arte y la cultura. Desde cartas inéditas de Frida Kahlo hasta la creación de vídeo sostenible, trabajan para que personas como tú y yo nos demos cuenta de que el mundo no va a ser el mismo dentro de no mucho tiempo. ¿Será el cambio a mejor? Pues depende de ti y de mí, y de todos/as nosotros/as.

Por ahora nos quedamos con gestos como éste, que como ellos/as mismos/as dicen, son sin duda grandes obras:

Vida, cuatro letras dotadas de amplios matices, fue la palabra elegida por el colectivo Boamistura para su acción realizada en la Plaza de la Hoja, Bogotá (Colombia). Esta acción es parte de la estrategia de renovación llevada a cabo en la ciudad.  Una palabra que hace referencia a la nueva vida que las víctimas del conflicto armado están empezando a construir.

La acción fue posible gracias a un proceso colaborativo, en el que la propia comunidad se vio involucrada de manera activa. Niños/as y mayores, sin distinción, se implicaron en el desarrollo de la obra. Esta implicación no sólo se tradujo en avances en la misma día tras día, sino que supuso la excusa perfecta para dar comienzo a nuevas interacciones entre los participantes. Ya no se trataba sólo de pintar, sino de empoderarse y generar nuevas relaciones que dejaran atrás el conflicto para poder mirar hacia adelante.

Lo que estamos buscando precisamente es que a través del arte, estas familias que vienen de base con una serie de conflictos, puedan empezar a encontrar caminos comunes.

VIDA un proyecto de Boa Mistura from mr.lausiv on Vimeo.

Boa Mistura y los graffitis que transforman calles

La acción llevada a cabo en Colombia es sólo un ejemplo del trabajo llevado a cabo por el equipo de Boamistura. Bomistura, en portugués “buena mezcla”,  nació a finales de 2001 en Madrid, lugar donde conserva su cuartel general. Sus integrantes forman un equipo multidisciplinar donde conviven arquitectos, licenciados en bellas artes, ilustradores y licenciados en publicidad y relaciones públicas, entre otros. Un equipo que no ha hecho más que crecer desde que un grupo de amigos comenzara a pintar en las paredes de su barrio a los 15 años.

Sus raíces están en el graffitti, teniendo siempre presente la capacidad transformadora del arte urbano. Desde la realización de su primer mural, esta mentalidad les ha llevado a trabajar en lugares tan dispares como Sudáfrica, Brasil, México o Estados Unidos. De hecho, fue su experiencia pintando un club de ciclismo llamado Velokhaya en Khayelitsha, un township (municipio) a las afueras de Ciudad del Cabo, la que les hizo ser conscientes del potencial del arte participativo.

 Vimos que a través del arte participativo la gente no solo modifica su entorno sino que modifica su manera de relacionarse con él.

En este caso, lograron que el club ciclista que había sido capaz de convertirse en lugar de referencia de la comunidad, cobrase un nuevo significado, gracias a la implicación de los habitantes en su realización. La colaboración con la población local se palpa en cada uno de sus trabajos, que siempre responden a las particularidades del lugar en el que se llevan a cabo. El contexto les inspira y se respira en el resultado de sus trabajos.

Fotografía de Yorokobu

En otras de sus acciones también utilizan la ciudad como soporte, eliminando intermediarios en la relación entre el artista y la obra, y teniendo como premisa la mejora del soporte en el que intervienen.

A veces, sus obras permanecen largo tiempo y logran modificar la percepción del espacio público y la manera de relacionarse con él. Otras, sin embargo, son efímeras. Pero cruzar la mirada con palabras como vida, amor, alegría e inspiración, aunque sea por un breve espacio de tiempo cumple con el deber de todo artista, en palabras de uno de los miembros de Boamistura: “emocionar, sorprender, inspirar”.

Fotografía de Ecosistema Urbano

Desarrollarse artísticamente es complicado en muchos sitios. Lo vimos con el caso de mARTadero. Sin embargo, hay personas que ni siquiera tienen la oportunidad de intentarlo. Personas que tiene un acceso muy limitado al arte y la cultura.

Kilombo Artes Escénicas es una organización cultural, conformada por artistas y gestores culturales jóvenes de Perú que trabaja el desarrollo humano a través del arte y la cultura. Así, llevan el arte y la cultura a los barrios que más lo necesitan.

El acceso a la cultura en Perú

Según los indicadores de la Unesco, Perú es un país en el que se trabaja el derecho cultural. Sin embargo, la educación artística tiene aún margen de mejora, puesto que tan solo el 5,7% de las horas lectivas son dedicadas a educación artística.

Por eso, resulta indispensable que el arte y la cultura se lleve a todos los rincones, y se ofrezcan alternativas para que los niños y niñas puedan desarrollarse artísticamente.

Kilombo Artes Escénicas : llevando arte y cultura a los barrios

El Proyecto Kilombo Artes Escénicas pretende, precisamente, eso: expandir el arte y la cultura. Para ello, realizan talleres sociales en barrios en barrios azotados por la violencia o la escasez de recursos.

De esta forma, consiguen llevar el arte y la cultura a niños que, de otra forma, no podrían haber participado en un taller artístico.

De hecho, más de 300 niños, niñas y adolescentes han participado en los talleres de Kilombo Artes Escénicas . 300 jóvenes y varios barrios en los que Kilombo Artes Escénicas ha dejado huella.

En el mundo no somos del todo felices. De hecho, la nota media de felicidad según el World Happiness Report es de 5,264 sobre 10. Un aprobado justo. Nos falta felicidad. Y nada mejor para hacernos felices que iniciativas como la de Jarabe Clown.

La humanidad no es feliz

Vivimos unos días difíciles. Como vimos hace un tiempo con Payasos Sin Fronteras, hay muchos problemas en el mundo: 22 guerras, más de 60 millones de refugiados…

Y es que, mientras que en algunos países no hay grandes problemas y el nivel de felicidad medio es alto, en otros la situación es la contraria.

Esto se ve reflejado también en el día a día de las personas. ¿Te has fijado en la cara de las personas al ir hoy al trabajo? Si lo has hecho, seguramente te habrás visto caras largas, gente de prisa… y, seguramente, pocas sonrisas.

Necesitamos una dosis de felicidad.

Jarabe de Clown, dando alegría

Jarabe Clown es una organización que quiere impulsar el amor, la reconciliación y la vitalidad para fortalecer el sentimiento comunitario de Lima. Y qué mejor para ello que mediante payasos.

Por eso, en Jarabe Clown realizan actividades que ayuden a las personas a ser más felices, a demostrar el amor, ser humildes, generosos y serviciales.  Para ello, en Jarabe Clown realizan tres principales proyectos:

  • ¡Sonríe, es Lunes! Pretende generar un momento de apertura para afrontar la semana laboral con esperanza y alegría. Porque, muchas veces, empezar el lunes cuesta (aunque Historias Bonitas como estas ayuden;)
  • Festival del Juego. Conectan con más de 150 jóvenes mediante juegos e interacción con los jóvenes.

Porque nunca está de más sonreír y afrontar la vida con optimismo. ¡Feliz lunes!